El profeta habla al pueblo de parte de Dios diciendoles(1:30): “Ustedes les dejaré arruinados como árboles sin hojas y jardines completamente secos”;y agrega (v.31): “el más fuerte de ustedes ardera como la paja sin quedar recuerdo de sus obras”: Es una metáfora que el profeta usa para referirse a el pueblo de Israel (especificamene el reino de Judá): Y todo por que el pueblo, su pueblo le había dado la espalda al Señor, cayeron en la idolatría, el llamado es fuerte por parte de Dios: (v.21): “Se convirtieron en una ramera, en una ciudad infiel”. Y esto era porque su puebo había caído en la idolatría, esta se refiere a todo aquello que ocupa el lugar de Dios, se da cuando el Señor no es el centro de una verdadera adoración o servicio en nuestras vidas, el pueblo había caido en eso, Dios no era lo primero para ellos, y esto sucede en muchas ocasiones en nuestras vidas, poco a poco vamos dejando esos espacios que si no les ponemos atención, esas pequeñas cosas se convertirán en grandes abismos que nos separarán de la comunión con nuestro Dios, ¿Qué cosas hay en nuestras vidas el día de hoy, que están ocupando nuestra atención,nuestro tiempo, nuestras prioridades?, algunas de ellas las podemos justificar diciendo que son inevitables y que por ellos no tenemos el tiempo, ni el espacio para acercarnos o tener comunión con Dios ni muchos menos con los de la familia de la fe, tales como el trabajo, la familia, el descanso, los estudios, etc. Pero me resalta una vez más la pregunta ¿no solo son excusas para no acercarnos a Dios? ¿No será un mero argumento para decir que realmnte no estamos bien con Dios? ¿O que Dios no es mi prioridad?. Si estuviésemos convencidos de cuan importante es esto para nuestras vidas en todos los aspectos creo que nuetra perspectiva de ver las cosas cambiaría. Pero en realidad solo son excusas o argumentos, estoy convencido que siempre habrá tiempo para el Señor, que nosotros lo ocupamos en otras cosas, eso es otra cosa. El pueblo de Israel poco a poco fue perdiendo su pureza (v.22), su integridad (v.23), su amor para con Dios y por supuesto para con los demás. Estas eran señales de su poca o inexistente relación de ellos para con Dios.¿Que señales podemos ver en nuestras vida el día de hoy que me hace ver que he perdido todo contacto con nuestro Dios?: Apatía por leer su palabra o tener un tiempo de oración con él, desinterés de participar en un buen tiempo de alabanza juntamente con los de la familia de la fe, escuchar una buena reflexión que me ayude a crecer en mi vida espiritual, estoy cayendo en actitudes impensables que jamás me imágine que podía haber caído, como, la mentira, el soborno, el engaño, el chambre o calumnia,etc. Aspectos muy íntimos que sabemos que no son correctos ante los demás muho menos para con Dios, ¿qué señales vemos en nuestras vidas que podamos decir: realmente estoy muy lejos de Dios?. Es ahí donde entra la acción de Dios, acción que Dios siempre está dispuesto para sacar adelante nuestras vidas, así como lo quería hacer para con su pueblo, acciones que van desde la limpieza de toda impureza (v.25), limpieza que es necesaría en nuestras vidas, limpieza no solo externa, si no de mente y corazón, para quitar de todo aquello que no es grato, quitar todo aquello que está tan adherido a nuestras vidas que solamente él puede hacerlo, no se trata de buenas intenciones, no tratemos de poner una curita (benda pequeña como para cubrir un raspón) donde existe una quebradura, la limpieza tiene que ser profunda. Luego el Señor habla de restuarar (Volver a poner una cosa en el estado o circunstancia en que se encontraba antes), eso es lo que Dios quería hacer con su pueblo, eso es lo que Dios quiere hacer con nuestras vidas el día de hoy, el quiere hacer volvernos al punto de partida (esto se puede ver como una nueva oportunidad), eso es, oportunidad de parte de Dios para que las cosas cambien , y cambien en todo nuestro entorno de vida y para bien, ya que cuando él es centro de todo en nuestras vidas , todo irá mejor e irá para bien, esto es para los que quieran (para los convertidos), Dios no impondrá nada a su pueblo, es una elección, somos llamados a elegir, somos llamado a decidir, o nos decidimos por Dios o no, ese es el punto. Si decidimos por Dios seremos salvos en justicia (v.27), veremos su poder, su favor, su gracia, su misericordia en nuestras vidas, contrariamente, nos convertiremos en árboles sin hojas, que en muchas veces se pueden ver árboles frondosos, grandes, robustos, pero secos, no existe vida en ellos, y si la hubiese irán muriendo poco a poco por falta de agua o por su raíz superficial, y los más fuertes se convertirán en paja que cuando se quema no quedará recuerdos de ellos. No perdamos el verdor de nuestras vidas, si hay algo que nos hace tener vida es estar ligado a nuestro Dios, Cristo lo dijo de esta manera: (Jn. 15:6): “El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan al fuego y arden”: Para no ser un árbol sin vida, sin hojas y que se está muriendo es necesario estar en Cristo, estar unido a él, ligado a él. Para reverdecer y no secarnos es necesario que nuestras raíces estén muy nutridas y muy profundas, para que luego podamos dar fruto y que nuestras hojas no caigan (Sal. 1).