09 Aug
¿Alegría?

(Isa 32:10-13, BLS)  “Ahora todo parece estar bien, pero dentro de un año se pondrán a temblar de miedo, porque no habrá pan ni vino. »Les repito: Ustedes, mujeres irresponsables, que viven tan tranquilas, comiencen a temblar. Quítense esos vestidos y pónganse ropas ásperas en señal de dolor. Recorran con lágrimas en los ojos los campos llenos de trigo, los viñedos llenos de uvas, y los hogares de Jerusalén, que alguna vez fueron felices. Porque todo mi país se llenará de espinos y matorrales”. Pareciera que hoy en día es la misma actitud del hombre ante una realidad fugaz, vanidosa, irreflexiva, dándole rienda suelta a sus pasiones justificando que tienen derecho a ser felices y en esa disque libertad hacen toda tipo de cosas que como se mencionó es más libertinaje o desenfreno. El texto es muy significativo: “Todo parecía estar bien” y es como la frase del (22:13)”Comamos y bebamos que mañana moriremos”; vivamos el momento y disfrutemos de la vida, seamos felices. La pregunta resalta inmediatamente: ¿Cuál vida, cuál felicidad? El pueblo hombres y mujeres fundamentaban su felicidad en la que tenían y con lo que contaban en ese momento. Era una alegría muy fugaz ya que el mismo pasaje les hace ver a través del profeta que a partir de que esta palabra se estaba dando las cosas cambiarían radicalmente en un período algo más menos de un año (v.10) donde su alegría se convertiría en espanto, tristeza y necesidad. Eso me hace pensar en algunas cosas que muchas veces al igual que ellos nosotros también actuamos de la misma manera, creyendo que nuestra felicidad y alegría está basada en lo que somos por nuestro apellido o nombre, por nuestra posición o rango, por nuestros esfuerzos o triunfos académicos, por nuestra juventud y fuerza, por nuestras riquezas o bellezas, etc. Cuando todo eso y más la escritura nos dice que es pasajero y todo es vanidad. ¿Alegría? La podríamos llamar así cuando somos personas que estamos sometidos a un sistema consumista que lo que nos hace es estar más endeudados. ¿Alegría? Cuando nuestros hijos no tienen lo necesario para sobrevivir y salir adelante. ¿Alegría? Cuando muchas mujeres están luchando solas por salir adelante ellas y sus hijos y sus hogares, donde los padres están ausentes, ¿alegría? Cuando los ancianos no tienen las necesidades básicas para terminar su vejez y vivirla dignamente. ¿Alegría? Cuando no hay un lugar seguro y día con día es un milagro tener la vida. ¿Alegría cuándo somos esclavos del pecado y sometidos a una vida que así como la llevamos nos conduce a la muerte, muerte física y muerte espiritual? ¿Alegría?, cuando nuestras vidas están alejadas de Dios y no tenemos un verdadero sentido de los propósitos de vida. Muchos hoy en día buscan la alegría en el alcohol, las drogas, la moda, los viajes, otros en personas buscando un nivel de satisfacción a sus vidas vacías, otros buscan su mayor satisfacción en sus trabajos o en sus estudios que hoy en día nunca se satisface la demanda. Necesitamos encontrar la verdadera alegría que nunca la encontraremos en este mundo, ya que este todo lo que ofrece está contaminado, lo que ofrece es solo una cosa pensar en ellos y menos en Dios. Jesús dijo estas palabras en (Jn. 8:32): “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”, la verdadera alegría está basada en una verdadera libertad, libertad de toda influencia del maligno y en un mundo caído, libertad del pecado, libertad de la muerte eterna, libertad de nosotros mismos (carne y sus deseos). Esta libertad es la que nos hace vivir de una manera diferente, pensar de una manera diferente, proyectarnos de una manera diferente. Vivir la vida no como los demás, claro que somos personas que disfrutamos lo que somos y lo que tenemos, ya que es Dios quién hace nuestro día a día diferente, es él el que le da verdadero sentido a nuestra existencia, es por él que disfrutamos que aunque poco pero reconocemos que ha venido de su buena mano, que los que somos aunque seamos desconocidos para el mundo somos conocidos por Dios (Sal. 1:6), que aunque no tengamos muchas riquezas somos ricos en disfrutar algo nuevo todos los días: sus misericordias. La verdadera alegría no está basada en el momento, somos alegres porque somos gente redimida, somos pueblo con esperanza, somos pueblo con vida y vida en abundancia, somos alegres porque ya no somos esclavos somos libres, somos esa generación que Dios ha levantado para su gloria, somos esa generación que nos toca dar a conocer su gracia y su bondad, somos alegres porque él está con nosotros, somos alegres y felices porque nuestro Señor, salvador y redentor de nuestras vidas regresará por segunda vez y nosotros su pueblo le esperamos. Somos alegres y felices porque nuestro redentor vive. Con alegría cantemos de aquel que ha hecho grandes cosas por nosotros, él es nuestra alegría, él es el todo para nuestras vidas. Que este día sea un día diferente, alegre para un mundo muerto y decadente, alegre por quiénes somos, hijos de Dios.




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