31 May
El cortejo de los esposos.

La frase de los versos (6:3, 7:10): “Yo soy de mi amado y mi amado es mio, el apacienta entre los lirios” y “Yo soy de mi amado y conmigo tiene su contentamiento”, habla de esa entrega que se debe de tener a la hora de una relación sexual con el cónyuge, los capítulos del 4 al 7 están llenos de ese lenguaje figurado  (Metáforas) que no es más que una invitación de la sulamita a tener esa relación íntima con su amado con su esposo la descripción es intima y erótica, recordemos esto está en un contexto del matrimonio , debemos de tener cuidado de no descontextualizar el pasaje para no decir que la palabra nos incita al desenfreno o la lasivia. El amado comienza su primera alabanza de ella a la altura de sus pies y va subiendo hasta llegar a la punta de su cabeza.( 6:13b) da la impresión como que la Sulamita está danzando delante de él con ropas muy sutiles o totalmente desnuda, de manera que sus encantos físicos quedan bien a la vista. Es natural que, a la inversa de las descripciones anteriores que comienzan en la cabeza, aquí el amado se fije primero en los pies de su esposa. Ella está danzando con sandalias muy atractivas, que destacan la belleza de sus pies en movimiento. Ella sabe moverse cuando baila, de tal modo que sus caderas parecen más redondeadas y seductoras. ¡Sus caderas son una joya! ¡Sus muslos están tan bien torneados que son obra de las manos de un artista!. El recorrido de la mirada del amado sigue ahora más arriba, para presentar símiles repetidos, pero modificados. En (1:10 y 4:4), el cuello aparece rodeado y engalanado con bellos collares; aquí se lo alaba por su belleza natural (su dignidad, torre; y su color, marfil). Los ojos, que anteriormente se los comparó con los tonos iridiscentes de la malva y el gris de las palomas (1:15; 4:1; etc.), aquí son descriptos como estanques, es decir, calmos, profundos. Cerca de los ojos está la nariz, que es mencionada aquí por primera vez. Se la compara con la torre del Líbano. Es probable que el símil se refiera a la blancura  de la nariz, más que a su tamaño o forma. (10) La amada, (7:10-8:4). Ahora, la mujer que ha sido objeto de tantos piropos de parte de su amado, le responde afirmando su entrega total. Los amantes no necesitan mayor estímulo que el que ya tienen, pero aquí probablemente la mención de la “manzana del amor” y su “fragancia” es otra referencia al hecho de que ella está lista para el acto sexual. Todos sus atractivos y encantos están ahora a disposición de él, para que él se sirva como de un plato repleto de frutas frescas y secas, para que coma cuanto le plazca. Como se mencionó todo es una expresión e invitación a la relación sexual, ¿Dios lo aprueba?, claro que sí, es permitido dentro de los límites del respeto mutuo en el matrimonio, sin caer en la degeneración sexual, considero que a veces son temas incomodos de tratar o difícilmente tratarlos en públicos pero son necesarios. De ahí la reflexión, el cónyuge debe de estar siempre para su amado o amada, y a la hora de tener dicha relación no debe de existir nada que pueda impedir tener ese acercamiento que tan natural es para unos esposos, el problema se suscita cuando por algunas circunstancias se está dejando de lado esta situación, o quizá alguno de los cónyuges ni si quiera está motivado para acercarse a su esposa (a), esto es un peligro, ya que si no se sabe tratar estamos a los pasos o a la puerta de caer en el adulterio y  por supuesto el desenlace será trágico, hay señales que nos alertan cuando se está llegando a tal situación y nos toca reconocerlas y tratarlas, “no se nieguen el uno al otro”, fue el consejo del apóstol (1ª. Cor. 7:5), excepto por causas entendibles como de enfermedad u otra situación como muy bien lo dice el verso , pero esto debe de ser por mutuo consentimiento por algún tiempo, pero posteriormente se debe de volver a acercarse a su cónyuge para no caer en tentación. Por otro lado a la hora de estar en el acto con su cónyuge la entrega debe de ser total: cuando hablo de total debe de ser física, emocional  y mental, En muchas ocasiones se tiene el acto pero uno de los cónyuges no se entrega por diferentes situaciones o aspectos y esto es mortal para el matrimonio, porque si no se trata o no se es consciente de lo que está sucediendo por alguno de los cónyuges o quizá hasta de los dos,  también esto traerá conflictos posteriores a la pareja. Qué bello es la palabra de Dios que aún de estos temas que como se mencionó son muy pocos expuestos pero como vemos el Señor nos deja la luz de su palabra de cómo deben de tratarse cada uno de estos elementos para que nuestros matrimonios sea fuertes, sólidos en todos los aspectos. Somos llamados a entregarnos todo a nuestra pareja: ella nos pertenece y él nos pertenece, si en el uno y en el otro existe esa mentalidad no habrá ninguna reserva para entregarnos mutuamente, como muy bien se dijese al inicio: “Yo soy de mi amado y mi amado es mio, el apacienta entre los lirios” y “Yo soy de mi amado y conmigo tiene su contentamiento”.



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