Sal 36:7 “¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas”: Esta es una tremenda verdad que como hijos de Dios tenemos, hay un Dios que cuida de nuestras vidas, no es un más es el único el verdadero, el autoexistente, el eterno, el que ha prometido cuidar de sus hijos de su pueblo y al pasar cada día nos damos cuenta que si no hemos desfallecido ha sido por su miseriordia, misericordia que vemos reflejada cada mañana y en cada detalle aún en los más pequeños. Una cosa sabemos con certeza, los hijos de Dios tienen donde acudir en momentos dificiles para sus vidas , para nuestras vidas, y como no, en los brazos de nuestro Señor Salvador, en los brazos de nuestro Pastor, aquel cuyas alas nos cubre y debajo de ellas estamos seguros, cual pajarillos bajo las alas de su madre, así es nuestro Dios con nosotros y el salmista de una manera poética, lo hace ver porque él mismo lo había experimentado, lo había saboreado, lo había vivido que bajo de las alas de nuestro Dios podemos encotrar misericordia, podemos encontrar amor, consuelo y como muy bien lo expresa Isaías al pueblo de Israel: ellos podían encontrar seguridad. Esa seguridad que el mundo busca y no la encuentra y se la busca lo hace mal, como en este caso, Israel acudiendo a Egipto como una nación poderosa pero en declive, confiando en sus fuerzas, en sus hombres de guerra, en sus estrategias (31:1-3) que al final desfallecerían y cluadiracrían y se los hace ver de esta manera (31:3ª): “Son hombres y no dioses”; y es este mismo llamado que el Señor les hace en el capítulo 30 donde les hace ver que es una tontería poner su confianza en Egipto (30:1-3), es en este mismo capítulo que el Señor a través del profeta les hace ver que los que confían en Egipto serán y saldrán avergonzados. Esto es lo mismo el día de hoy, muchas veces ponemos nuestras esperanzas en hombres, en sus capacidades, en sus dotes y en sus palabras, al igual que Israel en lugar de venir y buscar al Todopoderoso y confiar en él, confiaron en hombres, fueron llevados por malos consejos (30:10): consejos que les hacian ver que todo iría bien, consejos que les animaban a que las cosas estaban bien aunque iban mal, consejos que les auguraban bienestar aún a pesar de su desobediencia. Es lo mismo el día de hoy, queremos oír solo lo que nos conviene, lo que deseamos o lo que justifique nustros estilos de vida, aun a pesar de lo mal que esté nuestra relación con Dios, por eso a ellos así como sus profetas que mal profetizaban les iría mal y serían avergonzados. Por ello el llamado de Dios para con su pueblo: El cuidaría de su pueblo y lo haría ver y sentir de cuatro maneras (31:5): amparando: “Defender poniendo una cerca protectora”, eso es lo que Dios hace con sus hijos les protege, él está alrededor nuestro cuidando de nuestras vidas para que nada ni nadie nos dañe. Librando: “Salir con vida”, Dios cuidará de nuestras vidas y de nuestra alma y aunque las batallas sean feroces al igual que a Baruc, él nos ha dado nuestra vida por botín, amén. Esto va más alla de lo que podemos imaginar, porque hoy en día hay muchos que están luchando por sus vidas a través de una enfermedad, pero Dios les permitirá salir avantes (según sus planes perfectos y propósitos para su vida) y les dará la salud, amén. Preservando: “Pasar de largo”, esto nos recuerda al momento de la salida del pueblo de Israel de Egipto, cuando el Señor mando la última plaga que tocaría la vida de los primogénitos y las casas de su pueblo que estaban marcadas con la sangre de un cordero, el ángel de la muerte pasaría sobre ellos o pasaría de largo (esto significa la pascua), en otras palabras ellos no serían tocados, serían excluidos, apartados y sus vidas serían preservadas, esto es lo que hace Dios con los que estamos cubiertos con la sagre del Cordero de Dios, su hijo Jesucristo, todo afán, toda controversía pasará de largo de nuestras vidas por que Dios está por nosotros y con nosotros, amén. Por último, Salvando: “Escapar de un peligro, salvar su vida, respetar , dejar algo sin tocar”: no hay nada ni nadie en este mundo que pueda hacer algo a los hijos de Dios, esto es así cuando Dios se interpone entre lo que pueda dañarnos y él. Wow, esto es lo que Dios quería que su pueblo entendiera, que él estaba por ellos y se los hace ver en esta figura como el pájaro cuida de sus polluelos en su nido, así cuidaría Dios de su pueblo de sus hijos. Hoy en día esta palabra está vigente para el día de hoy para usted y para mí , Dios cuida de sus vida, Dios cuidará de nuestras vidas, recuerde esto es bajo sus alas en que estamos seguros y si algo podemos decir hoy es que podemos confiar en él, este es el reto, este es nuestra exhortación, confiemos en el Señor perpetuamente, porque en el Señor está la fortaleza de los siglos (Isa. 26:3-4).