16 Aug
La salvación es de Jehová

Este capítulo es la respuesta de Dios para con su pueblo: en él hay dos connotaciones: La primera tiene que ver con la respuesta de Dios: Su salvación para su pueblo después del cautiverio, él sería el que les devolvería el esplendor a un pueblo que lo había perdido todo, y esto por su desobediencia, rebeldía y dureza de corazón, que por tal razón el juicio de Dios fue inminente, vino sobre ellos, siendo llevados cautivos a Babilonia, pero Dios en su gran amor y su misericordia daría una nueva esperanza de vida para su pueblo: Les abriría camino, les pondría a ellos calzada para que pudiesen regresar, y lo harían no con tristeza ni gemido pues esto es cosa del pasado, lo harían con alegría y perpetuo gozo. Esto me hace ver algunas de las cosas que Dios ha hecho con su pueblo, sus escogidos o como muy bien lo dice el verso 9: El camino de los redimidos, redimidos porque fue Dios el que les cambiaría su condición, de esclavos a libres, de estar sometidos a darles libertad, de no tener nada a tener que heredar, regresarían a su ciudad, a su tierra, con ello les devolvía su identidad y se dejaba ver que era Dios para ellos, el Dios de ellos y que es lo que él podía hacer por ellos. De ahí la expresión del verso 1: “Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá cómo la rosa”… (v.2) “ellos verán la gloria de Dios”. Este es lo hermoso de este pasaje lo que antes era desierto, ya no lo sería, lo que antes era solamente soledad esta se convertiría en un territorio habitable, lo que antes no daba fruto hoy lo daría. Estos elementos son los que Dios desea cambiar en nuestras vidas. Si el anhelo de nuestras vidas es eso, claro que podremos ver la gloria de Dios. Moisés en un momento fue esa su petición, y petición atrevida pero que iba con un deseo vehemente de conocer más de cerca a su Dios, con un anhelo vehemente de querer más de Dios, en un deseo de los inconformes de aquellos que no lo están con lo que tienen, quieren más y más de Dios. Al desear este anhelo no hay duda que  cuando Dios deja ver lo que es su gloria sobre sus escogidos, el entorno, las circunstancias, la vida de ellos cambia, ya que han visto la gloria de Dios por decirlo de alguna manera. Y esto es lo que sucedería en el pueblo, con el pueblo de Dios, por ello la exhortación de los versos (3-4): “Fortaleced las manos cansadas, afirmar las rodillas endebles”: Habla de recobrar nuevas fuerzas para seguir adelante, recuerde Dios no ha terminado con nosotros, lo que se está pasando solo es momentáneo, difícil si, pero Dios nos dará de sus fuerza (Job. 4:4): “Si estamos de pie es porque él nos ha levantado y nos sostiene”…..(v.4): “Decid a los de corazón opacado: Esforzaos , no temáis”: hay buenas noticia para los que están afligidos, atormentados, preocupados, desanimados, desilusionados, tristes, etc. Hay esperanza, hay respuesta, hay una luz, hay un camino, así que tengan fe, manténganse firme, sigan adelante buscando a Dios y de Dios, sigan clamando, no desmayen, no renuncien, ya que “nuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y nos salvará”. Amén, así es, la salvación viene de Dios y está en Dios, el viene y viene con una respuesta, con una salida, él viene por los redimidos por sus escogidos, cosas estarían por suceder (v.5-9): Cosas sobrenaturales que escapan de la lógica humana , que trasciende al pensamiento y que van más allá de lo que podemos imaginar, cosas como que los ciegos verán, los oídos de los sordos se abrirán, el cojo saltará, la lengua del mudo hablará, el lugar seco se convertirá en estanque, donde solo era desierto y sequedal habrá aguas y manantial, Dios será nuestro refugio y el pondrá camino para los redimidos habrá calzada para sus escogidos. Esto Dios lo hará, lo hizo con su pueblo después de 70 años en el cautiverio; cuando Isaías hablaba de parte de Dios esta era una profecía a “corto plazo” que tendría su cumplimiento después del cautiverio, y si ellos lo vieron, lo palparon y vieron en sus vidas la gloria de Dios, no tengo duda que Dios lo hará nuevamente con nosotros, por usted y por mí. Veremos la gloria de Dios, de hecho la vimos el día en que Cristo vino a nuestro corazón, pero también la veremos en la situación por la que estamos pasando. En segundo lugar este mismo pasaje tiene un cumplimiento Mesiánico, que tendrá un cumplimiento futuro cuando nuestro Señor reine y al igual que en estos días veremos su gloria en su totalidad, vivimos y anhelamos ese momento que estaremos con nuestro salvador. En este día alegrémonos y démosle gloria al que es digno de nuestra alabanza y bondad, démosle gracias por lo que él ha de hacer, recuerde el viene a salvarnos dejemos que él se mueva en nuestras vidas, anhelemos su gloria, y no dudo que le veremos en nuestras vidas.


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