Predica: Una vida el servicio de Dios (Luc. 1:1-13)

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Tema: Vivir para servir (Luc. 1:5-14)

Policarpo de Esmirna, una vida al servicio del Señor: “El magistrado romano le dijo: ‘Ten respeto a tu edad. Jura por el genio de César; y retráctate y di: Fuera los ateos [los que no creen en el César]’. Entonces Policarpo, con mirada solemne, contempló toda la multitud de paganos impíos que había en el estadio, y les hizo señas con la mano; y mirando al cielo, dijo: ‘Fuera los ateos [los que no creen en el Dios real]’. El magistrado insistió y le dijo: ‘Jura, y te soltaré; insulta a Cristo’. Policarpo dijo: ‘Durante ochenta y seis años he sido su siervo, y no me ha hecho mal alguno. ¿Cómo puedo ahora blasfemar de mi Rey que me ha salvado?’”.

El procónsul después dijo:

“‘Tengo fieras aquí y te echaré a ellas como no te retractes’. Pero él dijo: ‘Que las traigan; porque el arrepentirse de lo mejor a lo peor es un cambio que no nos es permitido; pero es noble el cambiar de lo perverso a lo justo’. Entonces le dijo: ‘Haré que ardas con fuego si desprecias las fieras, como no te arrepientas’. Pero Policarpo dijo: ‘Tú me amenazas con fuego que arde un rato y después se apaga; pero no sabes nada del fuego del juicio futuro y del castigo eterno, que está reservado a los impíos. ¿Por qué te demoras? Haz lo que quieras’”.

Atado a la hoguera, a punto de ser prendido, Policarpo dijo sus últimas palabras:

“‘Oh, Señor Dios Todopoderoso, Padre de tu amado y bendito Hijo Jesucristo, por medio del cual hemos recibido conocimiento de ti, el Dios de ángeles y poderes, y de toda creación y de toda la raza de los justos, que viven en tu presencia; te bendigo porque me has concedido este día y hora para que pueda recibir una porción entre el número de los mártires en la copa de [tu] Cristo en la resurrección de vida eterna, tanto del alma como del cuerpo, en la incorruptibilidad del Espíritu Santo. Que pueda ser recibido con ellos en tu presencia este día, como un sacrificio rico y aceptable, que tú has preparado y revelado de antemano, y has realizado, tú que eres el Dios fiel y verdadero. Por esta causa, sí, y por todas las cosas, te alabo, y bendigo, y glorifico, por medio del Sumo Sacerdote eterno y celestial, Jesucristo, tu Hijo amado, por medio del cual, con Él y el Espíritu Santo, sea gloria ahora y [siempre] y por todos los siglos. Amén’. Cuando hubo ofrecido el amén y terminado su oración, el verdugo encendió el fuego”.

Vidas marcadas para vivir y servir a  Cristo.

La historia de Zacarías, relatada en el capítulo 1 de Lucas es una de esas historias que fascinan, marcan y motivan a ser emuladas  y aprendidas en nuestras vidas.

Contextos:

Político: Roma el imperio que gobernaba el mundo conocido, y no era la excepción Israel como nación. Ellos establecieron a Herodes al que se le conocía como  “Herodes el grande” a quien el senado romano ratificó como rey de los judíos. Como político trato de congratularse tanto de los judíos y con los romanos, primero embelleciendo el templo de estos y poniendo ahí el águila imperial, símbolo del imperio romano a la entrada de este.

Religioso: Existía toda una estructura sacerdotal y de leyes que regían el que hacer de las ofrendas y sacrificios y de la norma de conducta del pueblo , pero que en el sentido estricto no se vivía conforme a la voluntad de Dios. El sacerdocio estaba contaminado, era un tiempo donde se reflejaba más el “que hacer” que el “ser” por decirlo de alguna manera por todo lo que se hacía, era nada más ritualismo alejado de los propósitos y de los designios de Dios, al mismo tiempo el pueblo presentaba ofrendas no gratas al Señor (Mal. 2:6-14).

Espiritual: como ya se mencionó era un tiempo de decadencia espiritual, al punto que Dios tuvo que guardar “silencio” por 400 años, hasta el cumplimiento de la promesa con el cual se cierra el Canon del AT en Malaquías 4:5-6.

ZACARÍAS: UNA VIDA DE ENTREGA AL SERVICIO DE DIOS (v.5).

Sacerdote de la clase de Abías: de le tribu de Leví del grupo de sacerdotes de Abías. En total eran alrededor de 24 grupos o clases con más de 1000 sacerdotes cada uno (1er. Cro. 24: 3-19), esto indicaba que el servicio que un sacerdote podía dar a la hora de presentar alguna ofrenda delante del Señor era una sola vez en su vida. De esto podemos determinar:

Zacarías era un hombre que vivía para Dios: Un hombre consagrado al servicio de Dios, él y su esposa en este momento. Un hombre que todo lo que hacía era para glorificar el nombre de Dios (Col. 3:17).

Zacarías era un hombre que vivía por Dios: en su vida reflejaba una vida guiada por el Espíritu de Dios, una vida de alabanza, gratitud, esperanza y temor de Dios (Luc. 2:67-75).

Su nombre significa: “Dios se acuerda” el nombre Elisabet significa: “Pacto de Dios”: Al unirlos podemos decir: “Dios se acuerda de sus pactos”.

UN MATRIMONIO QUE VIVIAN PARA DIOS (V.6-7)

(V.6): “Ambos eran justos y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor”: Una vida y un servicio con una alta calidad de vida delante de Dios y de los hombres.

Una vida y su servicio consecuente a su fe : “eran justos”: correctos, íntegros: De conformidad a las leyes de Dios y de los hombres. Personas que viven de acuerdo con las normas divinas.

Una vida y un servicio de buen testimonio para con los demás: “andaban irreprensibles”: Intachable, no existía nada de que se les podía señalar.

(v.7): “Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada”: Una vida y un servicio de fidelidad a Dios y a su ministerio.

A pesar de las circunstancias adversas: Esto reflejaba en sus vidas convicción y compromiso.

A pesar de las peticiones y oraciones no contestadas, aún: Ellos sabían entender los propósitos y voluntad de Dios para sus vidas.

A pesar de su edad: Oportunidad para servir.

¿Qué podemos aprender de ellos?

Constancia y perseverancia.

Fidelidad, lealtad y fe.

Gratitud y visión.

RESULTADOS DE SU SERVICIO (V. 8-14)

(v.8-11): “Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios…se le apareció un ángel del Señor”: Nuestro servicio no será ajeno a los ojos de Dios.

(v.12-13): “Pero el ángel le dijo: Zacarías no temas; porque tu oración ha sido oída”: Nuestro servicio será recompensado por Dios.

Peticiones contestadas que llevan a levantar, honrar, proclamar y establecer el reino de Dios .

Peticiones contestadas de los deseos del corazón de aquellos que le sirven al Señor.

(v.14): “Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento”: Nuestro servicio producirá:

Gozo y alegría a nuestras vidas y a los que servimos.

Satisfacción personal y edificación al cuerpo de Cristo.

Vidas marcadas por el servicio desarrollado.