04 Jun
Un Diagnostico profundo de la verdad.

Hay ocasiones que en nuestro cuerpo se dan situaciones que comienzan con “pequeñeces” o molestias que no les damos importancias, pero que muchas de ellas son muy dañinas para nuestra salud , en muchas de esas ocasiones las dejamos pasar  pero las molestias se van agravando más y más hasta que tenemos que ir al médico y este nos deja una serie de exámenes y hace con ellos un diagnóstico profundo del problema de como está la situación, pues de igual manera el pueblo de Dios habían dejado pasar algunas cosas que según ellos eran “pequeñeces” y que según ellos no le afectarian en su relación con Dios, se equivocaron, pues cuando el profeta Isaias viene y les hace ver que su condición no es la mejor en su relación con Dios en ese momento: Era necesario hacer un exámen profundo, hacer un dignóstico más a fondo de su condición espiritual que como pueblo de Dios tenían , padecían y estaban en ese momento: Fue un diagnóstico de la verdadera condición del pueblo y esto es lo que el profeta hace ver en estos versículos: Lo primero que resalta es que ellos fueron desleales con su  Dios (v.2), habiéndoles él bendecido, prosperado, engrandecido, ellos le pagaron mal, se rebelaron contra él: Esto era una actitud de soberbia, orgullo, independencia, contra Dios, se olvidaron rapidamente quién era su sustento, quién era el que les daba de su respaldo para que pudiesen salir adelante, se olvidaron quién es el que les daba las fuerzas para realizar su trabajo y quién era el que les daba todo lo que ellos necesitaban, y se los hace ver como aquel padre que da el todo para sus hijosy sus hijos en lugar de tener una actitud de agradecimiento se revelaron contra él. En segundo lugar les hace ver que ellos son un pueblo sin conocimiento (v.3): “conocimiento”:Ser capaz de actuar sabiamente”, en otras palabras actuaron negligentemente, desenfrenadamente, no tuvieron la capacidad de discernir entre lo que les convenía y lo que no, a partir de esta reflexión o llamado les hace ver en que habían caido o mejor dicho en qué se habían convertido y de cual era su condición en ese momento: (v.4-6,BLS): Todos ellos son pecadores y están llenos de maldad. Se alejaron de mí, que soy el Dios de Israel; ¡me abandonaron por completo! »Han sido tan rebeldes, y los he castigado tanto, que ya no les queda un lugar sano. De pies a cabeza están cubiertos de heridas. Nadie se las ha curado ni vendado, ni les ha calmado los dolores con aceite. ¡Se han quedado sin fuerzas!, desde su cabeza a los pies no hay en ellos nada Bueno”. Que tremendo diagnostico que el profeta da a conocer de la realidad del pueblo de Dios en ese momento. De aquí mi reflexión: ¿No será que tendremos que hacernos un diagnostico profundo de nuestra realidad espiritual conforme a la que Dios demanda y espera de nosotros como pueblo, como iglesia del Señor? ¿ Acaso al ver los destellos de la forma de vida del pueblo de Dios ¿no será que estaremos en la misma condición?, ¿acaso no hay cosas que necesitamos evaluar  y considerar conforme  a nuestro caminar en la vida cristiana?, ¿no será que hemos sido desagradecidos con Dios también nosotros?, ¿no será que quizá solo tenemos una imagen borrosa de quién es Dios, pero que en realidad no sabemos mucho o casi nada de él?, ¿Cuándo fue la última vez que estuvimos con él, que le consultamos a él, o que le agradecimos por lo que él ha hecho en nuestras vidas?.  En los versos del (v.7-9) vemos el resultado de su mal proceder o de su condición espiritual del pueblo en ese momento, ¿Cómo estaban?: destruidos, en soledad, en crisis, sin sentido ni visión, frustrados, desanimados, sin ninguna clase de fuerza o argumentos para seguir adelante o para esperar que su entorno cambiara. Tampoco supiern entender los procesos de Dios en su vida. Una vez más al igual que ellos en muchas ocasiones nuestras vidas están de la misma manera, vacías, lúgubres, desérticas. Es necesario hacer un alto de nuestras vidas y preguntarnos ¿Si seguimos así a donde iremos a parar o en qué finalizará nuestra vida?, el verso nueve nos da una luz con respecto a lo que estamos diciendo: Al igual que dos ciudades que fueron y que ya no son más, si seguimos así lo mismo nos pasará, solo seremos historia, y una mala historia, nada de bueno, algo que fue pero que ya no es, seremos recuerdo de lo que pudo ser y no fue, de lo que se esperaba y  nunca llego a ser. Es el tiempo de cambiar esto y solo se logra con la ayuda de Dios, con la intervención de Dios en nuestras vidas, siendo él el centro de nuestro todo y siendo fieles a él. También es de agregar que siempre hay una manada pequeña, que a pesar de lo desenfrenado de la gran mayoría de su pueblo, siempre hay unos pocos, pero fieles que son fieles a Dios.


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