07 May
El Cómo y Cuándo de hacer las cosas.

El escritor hace una tremenda reflexión para la vida de todo ser humano y son unas de esas cosas que inquieta no solo a algunos sino que a todos en todo momento especialmente a la hora de tomar desiciones: ¿Cómo y Cuándo hacerlas? , este es el punto. El verso lo dice de esta manera (BLS): “Lo cierto es que todo tiene su cómo y su cuándo; nuestro gran problema es que no sabemos cuándo y cómo van a pasar las cosas, ni hay tampoco nadie que nos lo pueda decir”: De ahí la desilusión del ser humano, que no sepa en realidad su respuesta a esta interrogante, y en cierta manera es frustrante para su vida, si nos quedásemos con esta actitud, seríamos los mas desdichados y decepcionados en esta vida, pero cuando vamos a la escritura nos damos cuenta de cómo si hay maneras de saber por algunos principios que el Señor nos enseña a través de su palabra. En (1er. Cro. 12:32) nos habla de los hijos de Isacar que eran “entendidos en los tiempos” y que sabían lo que Israel debía de hacer, cuyas palabras o dichos hacían o seguian todos sus hermanos, entonces ¿dónde estaba el secreto de estás personas para saber como y cuando hacer las cosas? La palabra es “Conocer” que viene del hebreo “yada” que tiene varios significados: “La primera que tiene que ver con los que percibimos con nuestros sentidos, pero no tan solamente físicamente sino más bien espiritualmente, esto solo se logra con la percepción y guia del Espiritu de Dios en nuestras vidas (Jn. 16:13: “El os guíara”), una persona que es guíada, que vive y que es llena del Santo Espiritu de Dios tendrá mayor agudeza espiritual para saber , entender, ver, oír , percibir lo que tiene que hacer y en qué momento hacerlo, así como lo hizo Noé al iniciar la construcción del arca, así como hizo Abraham al salir de su tierra para ir dónde Dios lo llevaba, así como lo hizo su hijo Isaac al no descender a Egipto aún y cuando no había que comer en su tierra, así cómo lo hizo Rut y Noemí al regresar de los campos de Moab porque oyeron que el Señor había visitado a su pueblo para darles pan, así como Pedro, Felipe, Pablo fueron conducidos a qué hacer a donde ir guiados por el Espíritu de Dios y podemos seguir con otros ejemplos, entonces ¿cómo se logra?: con percepción espiritual. Si no existe estaremos actuando mal, decidiendo mal, haciendo mal y no solo estaremos afectando nuestras propias vidas sino que también la de los nuestros, que por supuesto es lo que menos queremos, así como lo hizo Elimelec con Noemi y sus hijos al no consultar al Señor e irse hacia Moab, muriendo posteriormente él y sus hijos y dejando en gran dolor, crisis y amargura a su esposa, así cómo lo hicieron y lo vivieron los discípulos de Jesús al no reconocer al Mesías yá resucitado camino a Emaús (Emaús significa “aguas tíbias), esa tibieza en nuestras vidas no ayuda a percibir ni siquiera cuando el Señor camina a nuestro lado, ni mucho menos a escuchar , atender y entender lo que él está queriendo decir (Luc. 24:16); sus ojos físicos  y por supuestos espírituales estaban velados, así como Ananías y Safira queriendo engañar a los discipulos, mintieron en sus actos trayendo a sus vidas muerte, así como los expertos navegantes que iniciaron el viaje con unos reos, incluyendo Pablo, y este advirtiendoles que el viaje no iba a ser favorable (Hec. 27:1-44), pero el centurión encargado de la misión dio más creditos a aquellos que sabian: El piloto y el patron de la nave (Capitan) que aquel predicador, en ese tiempo no habían satelites espaciales que advirtieran a Pablo de como estaría el tiempo, pero hay una gran verdad que él lo hace saber de la percepción de la que estamos hablando de cómo y cuando hacer las cosas: (27:22-23): “pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna perdida de vida entre vosotros, sino solamente la nave porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo”, que tremenda revelación: Es Dios quién le daba a conocer a Pablo lo que hiba a acontecer”, ¿Cómo lograba Pablo esto?: en el Salmo 25:14 su palabra nos dice: “La comunión íntima e Jehová es con los que le temen, y a ellos les hará conocer sus pactos”, en otras palabras lo que tiene que ver con ellos y con sus propósitos de vida, así como Dios lo hizo con David, con Moisés, con Abraham, con Pablo, él lo puede hacer con nosotros. No hay duda que necesitamos afinar nuestra percepción espiritual y esto solo se logra en la presencia de Dios, en ese relación estrecha con él, cuando lo hagamos entonces veremos su gloria, su poder, su gracia actuando en nuestras vidas, por nuestras vidas y se verá reflejado en lo que hacemos, en cuándo lo hacemos y cómo lo hacemos, no lo dudo no habrá margen para la duda ni para el error. La Segunda manera es a través de la revelación, esa revelación que se logra tener a través las disciplinas espirituales que son muy marcadas y muy pocas practicadas: La oración, la lectura de la palabra y el ayuno, aspectos claves para que en nuestra disposición Dios se revele de que es lo más conveniente para nuestras vidas, así  como Dios lo hizo con Ester al presentarse delante del rey Asuero, así como lo hacía Daniel postrándose en oración y buscando la voluntad de Dios, Dios le revela el futuro a corto y largo plazo del pueblo  y de la humanidad, así como lo hizo nuestro Señor Jesucristo antes de iniciar su ministerio, y los ejemplos siguen. Se pude saber cuándo y cómo hacer las cosas: con la ayuda de Dios sí.


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