17 May
Riesgos y Oportunidades.

“(11:1-5): Estos versículos de Salomón resumen que la vida encierra riesgos y oportunidades. Debido a que la vida no ofrece garantías, debemos estar preparados. "Echa tu pan sobre las aguas" significa que la vida presenta oportunidades que debemos aprovechar, y no limitarnos a ir a lo seguro. Salomón no apoya la actitud de desesperanza. Sólo por el hecho de que la vida sea incierta no quiere decir que no hagamos nada. Necesitamos un espíritu de confianza y aventura. Debemos enfrentar los riesgos y oportunidades de la vida con entusiasmo y fe dirigidos por Dios.” (BP). En cuantos momentos de nuestra vida dejamos pasar esas oportunidades por temor, desconfianza, incertidumbre, que los vamos a tener, claro que sí, pero que también debemos de hacer a un lado todas esas cosas que nos pueden paralizar y seguir adelante en los proyectos del hoy y del mañana que Dios sin duda alguna ha puesto sobre nuestras vidas, como se decía con confianza en Dios y en Fe, reconociendo que con él es posible. En estos días he recordado unas de esas frases que le marcan la vida, esas frases que son un aliciente para cada uno de nosotros y se la escuche al pastor Hugo Solís que decía: “Dios y yo somos mayoría”, es confianza, es fe, es pararse sobre sus promesas creyendo que él es fiel en cada una de las cosas que nos dice. (11:4): “Esperar a que lleguen las condiciones perfectas significará inactividad. Este razonamiento práctico se aplica en especial a la vida espiritual. Si esperamos el tiempo y el lugar perfectos para leer la Biblia, nunca comenzaremos a leerla. Si esperamos una iglesia perfecta, nunca nos congregaremos. Si esperamos un ministerio perfecto, nunca serviremos. Tome medidas ahora para crecer espiritualmente. No espere a que lleguen condiciones que nunca existirán” (BP). Por otro lado en cada instante de nuestras vidas seguramente vendrán aquellos momentos que nos desestabilizarán, nos querrán hacer renunciar  o retroceder, en las peores circunstancias hay tres cosas a las cuales quiero hacer mención que deberíamos de tener con la actitud correcta: tener una visión de futuro, recuerde que solo hay cosas que usted podrá hacer, esto le compete solo a usted y esto es el ancla que lo mantendrá sobreviviendo en las peores circunstancias, segundo: Busque el de ayudar a otros, no solo se trata de nosotros, se trata de los demás, con sus dones y habilidades usted podrá hacerlo, con aquello que Dios le ha dado y dotado usted lo podrá hacer , no se enfoque solo en usted mismo, y tercero: Busque siempre aprender algo a pesar de las circunstancias difíciles, es cierto son esos momentos que nos hacen sacar lo mejor de nosotros, es en esos momentos que nos damos cuenta cuan frágiles somos y que sin duda alguna necesitamos de la ayuda y de la intervención de Dios en nuestras vidas. (11:7-8): “Salomón no es un pesimista monótono en (11:7,12-14) Nos alienta para que nos regocijemos todos los días pero que recordemos que la eternidad es mucho más larga que la expectativa de vida de una persona. El (Sal. 90:12): dice: "Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría" (BP).  La persona sabia no sólo piensa en el impacto del momento, echa un vistazo a largo plazo hacia la eternidad. Dé a sus decisiones un enfoque desde una perspectiva de Dios. Considere el impacto que tendrán dentro de diez años y para siempre. Viva con la actitud de que si bien la vida es corta, viviremos con Dios para siempre”: De eso se trata de ver las cosas con una perspectiva de eternidad, no seamos cortos de vista , sino todo lo contrario, seamos personas que puedan enfocarse a corto (que tiene que ver con el hoy) pero que también se enfoquen en el mañana (largo plazo), siempre me gusta recordarlo, cuando Josué ya estaba de casi cien años, el Señor le dijo: (Jos. 13:1): “Tu eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por conquistar”: Dios no lo estaba descartando pues vemos más adelante como este viejo patriarca tenía cosas que hacer, por ejemplo el establecer ciudades de refugio, repartir la tierra, consolidar las convicciones del pueblo, tomar decisiones radicales para su familia y nación entre otras, como veo Dios no lo estaba descartando, él tenía muchas cosas por delante que todavía que hacer, y repito que solamente él podía hacerlo, había que tomar nuevas fuerzas, refrescar su visión, seguir tomando decisiones y acciones que le llevarían a tomar también riesgos pero aprovechar las oportunidades que Dios le estaba dando, ¡eso es!, Dios nos está dando oportunidades para que su nombre sea glorificado y el reino de Dios extendido en todo lugar al fin y al cabo de eso se trata nuestra vida y todo lo que somos y hacemos.


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